El Paro

Hoy "tomamos" las oficinas del ITG. El revuelo de la noticia por la paralización de un plantel de educación superior fue suficiente para que un par de elementos de gobernación acudieran a colocar su sentido más usual en estos casos: la oreja. Los pobres tuvieron que pedir papel y lápiz a los manifestantes al momento de hacer las anotaciones. Quién sabe de qué manera manejarían la información, pero el hecho es que nuestra protesta se debió a que 24 de los compañeros (incluyendo a esta que les cuenta y quien por esa razón no asistió a ver a Serrat) no han recibido el pago de compensación correspondiente al año 2005, entre otras demandas.

Es increíble la atracción que en año político significa para los medios de comunicación este tipo de eventos; de inmediato se filtró la información a través de la radio local y, minutos más tarde, hasta quedamos en el Flash...flash informativo, que es el momento de mayor rating del este puerto (una audiencia que ya la quisiera López Dóriga), pues en ella se dan los casos más insólitos de una ciudad pequeña: un choque automovilístico, un asalto, el encuentro de un cadaver, una mujer golpeada por su pareja... y si no hay más, hasta un evento político: como la venida del obispo (leyó usted bien: político).

El caso es que sin molestias de ningún tipo, hoy realizamos una paralización parcial de las actividades del Tecnológico de Guaymas y -hay que agradecer al cielo- como es invierno no hubo desmayos, insolación ni deshidratados que lamentar.

Algo que les voy a contar de mi cosecha (y la de muchos que no se atreven a decirlo en voz alta) es que sospechamos que este retraso en el pago de las distintas prestaciones se debe a que nuestros H. altos mandos pueden estar "pellizcando" recursos para apoyar las campañas políticas, pues esta situación se está presentando en distintos sitios del país.

Será el sereno, pero mientras no se nos cubra ese adeudo continuaremos con mediadas drásticas (o más drásticas). Espero que para la próxima, envíen a esos paupérrimos agentes de gobernación aunque sea con pluma o lápiz, ya que no pueden ofrecerle cursos de readacción.