Wednesday, June 21, 2006

Café Combate
para la Maga.
Es noche. Muy tarde para escribir un post (que hace rato no agrego) y es también el final del cumpleaños de la Maga Morales -quienes la conocen sabrán de quién hablo- así que va hasta Budapest, Londres, Jalapa o quién sabe dónde, este pequeño trozo de noche, verano nuevecito, alegría y abrazo para ella... y también para quien se tome la molestia de hurgar entre estas líneas, la emoción que narro a manera de noticia: hoy escuché la Canción Marcha del Café Combate --netamente hermosillense-- que se transmite a diario (no se si todavía) al mediodía en la Radio de la Ciudad del Sol (y del Cobate, por supuesto!)
Café Combate
qué rico aroma
Café Combate la gente toma
Café Combate es el mejor
es exquisito
es superior
Por eso todos
a una voz dicen
si no es Combate
no es buen café
Café Combate hay uno solo
ese es el bueno
pídalo Usted
Después de esta marcha interpretada por el tenor sonorense, el Dr. Alfonso Ortiz Tirado y Miguel Aceves Mejía (y a veces mugía), sonaban las campanas de la Catedral de Hermosillo --la bella Capital de Sonora-- decía Fausto Soto Silva; luego de lo cual empezaba el Ave María y, como fondo, en voz de Fausto, la oración de San Francisco de Asís: "Señor, hazme de tu paz, que donde haya odio siembre yo amor..."
Hoy al mediodía, pero en Guaymas, escuché y recordé esta superarchihermosillense marcha del Combate en las cápsulas de Momento Mágico, de Pancho Dávila Bernal por Radio Tambora. Esta canción-himno-marcha que Abigael Bohórquez pidió fuera entonada en su funeral ... deseo que fue cumplido en voz de sus más cercanos amigos poetas y locos: nosotros... y aun "bailado" al ritmo y estilo único de Ismael Mercado. Esa vez, el Maestro Jesús Antonio Villa, "el Villa" (quien hoy también yace bajo tierra) regañó a Ismael por contonearse al ritmo de la Marcha del Café. Los demás estuvimos totalmente de acuerdo en que Ismael presentara su show aun con la pena; sabíamos que también a él le costaba creer que Abigael no estaría más para presenciar aquellas tertulias.
Así que este martes, cuando al escuchar la marcha me aproximé al pequeño radio-reloj de la Biblioteca del ITG para aumentar el volúmen, todo el recuerdo llegó cargado de una emoción indescriptible. En ese momento enviaba un correo electrónico a la Maga por su cumpleaños, y al no saber qué hacer con tanta mezcla de recuerdos, me rendí y le regalé a esta cara y vaga amiga, que ahora se encuentra no sé dónde, toda esa piel chinita, como suele decir el vulgo popular en estos lares, y no me quedó más que cantar Café Combate para traer un rato al Abigael poeta de su tierra, de su tiempo y de todos los tiempos, al espacio de los libros que en ese instante se convirtieron en testigos.
Besos repartidos a todos ustedes, lectores, como en fiesta, por el recuerdo a esa marcha que Ismael interpretó aún en la inolvidable boda de Pina y Bruno.
P.d. Y para brindar por el verano estrenado al mediodía, nos fuimos a tomar café caliente a la Serdán, con el NetoMoya, al D´Volada.

8 comments:

MAMACUERVO said...

Felitaciones a tu cara y vaga amiga.
El Dr. Hugo Penock escribio un pequeño libro llamado el vago, lo encontré antes de que lo desecharan de una biblioteca, me gustó; ya lo leíste Pina?

Anonymous said...

No, no conozco el libro. Al Hugo creo que sí, antes de tales vagancias, pero me gustaría conocer el texto; a nosotros, varios amigos vagos -algunos hoy exvagos- nos gustaba la idea de escribir algún texto a manera de vitácora, de guía de viajes, o simple anecdotario. La verdad es que no se ha dado y sería fascinante hacerlo.

Saludos, Marmoleja.
Gracias por seguir visitando esta casa.

MAMACUERVO said...

Escribiré algo en mi blog, sobre el libro.
Saludos.

Anonymous said...

good idea!

jose fá said...

qué lindo es que alguien me hable del Abigael sin academicismos, del Ismael,y de la Maga vaga... Y sí: ¡Un abrazote, querida, donde sea que estés y cuando sea que esto leas!

Glenda said...

se me antojó un café...

besos

Pina said...

La Maga... ¿dónde andará? no ha contestado ninguno de los mensajes.

Café... estuvo rico, y brindarlo fue como tomarlo juntos.

Abracémonos en reducido y a la vez infinito abrazo del Ismael. Y digamos gracias, como aquel poema de Indran sobre el Tsunami.

Pina said...

¡Por fin!, apareció la Maga.

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