Sunday, June 20, 2010

Por las ausencias de Monsi y Saramago
escribo a las once
y no sé que tiene la hora, soleada afuera; fría aquí, adentro, que hace del domingo un día triste, callado, aun cuando mañana inicia la estación del verano.
Lo sé. Es la nostalgia, ya dos seres humanos no están físicamente en el planeta con nosotros. Ya este mundo pesa más sin ellos y nos duele esa ausencia.
Aquí dentro, donde de manera indescriptible salen las palabras, hay un silencio al que no cabe ningún adjetivo. El viernes fue Saramago, al día siguiente Monsivais. Y así de pronto el corazón se volvió un almanaque al que se le arrancan las hojas de tajo.
Quién de pronto se lleva tanto; nos deja así: confundidos.
Habrá quien piense que no es momento para las lágrimas, habrá también quien tache de ridículo este cúmulo de ideas en un pedazo de tristeza en un texto que quiza muchos (millones) no puedan entiender porque su mundo no sea tan privilegiado como el nuestro, el de esos otros que nos condolemos de tal ausencia. el de quienes tuvimos la fortuna de haberlos conocido. Pero aun así -hay que admitirlo- a este mundo tan atrofiado le faltarán, sin duda este par de labradores de la palabra. Por eso es que en pleno mediodía del día del Padre va desde aquí un requien por ellos, por esos que hoy ausentes y al tiempo inmortales por su obra, trataron de unir a ese mundo dividido en el que por mil razones nos nos distingue de aquellos, los otros.
Vaya desde aquí, donde hoy el dolor lleva también un aderezo de esperanza, el deseo de la unión que en este mundo requiere; porque hoy la injusticia ha ido minándolo todo y nos vuelve insensibles, alejados y hasta cierto punto sin aliento de vida.

4 comments:

jose fá said...

Abrazos...

Pina said...

chale Fita...
y pensar que no llegamos a estrechar la mano de nuestro casi compadre Saramago.

p.d. qué padre tu foto de niña!

Mer Floyd said...

muy interesante esa nota!

Pina said...

Saludos, Mer Floyd