...y llegó el crucero
La noche anterior a la llegada del crucero no pude dormir. No fue porque formara parte del comité de recepción ni nada por el estilo; es más, ni siquiera imaginaba que finalmente formaría parte del tumulto en que se convirtió una gran parte de la población ese jueves. El hecho es que -para bien, para mal o quién sabe para qué- me tocó vivir y presenciar el histórico momento en que llegó, aquí, el primer crucero; el primero en Sonora; percibir el deseo de los más olvidados que suspiraban por verlo llegar. Pude tambien escuchar -con una mezcla de compasión y ternura a la vez- desde la radio municipal, ese deseo sediento de la prole... ¿cuál?, pues ¿cuál va a ser? ... el nuestro, el suyo, el mío a través de los otros, así que este pequeño suceso que en realidad fue magnificado pues no es tanto (aunque tal pudiera o debiera serlo) es sólo un pretexto para pensar, repensar y volver a intentar pensar en lo que no siendo quieren hacerlo parecer.
El hecho es que el Ryndam llegó y ese día de santa eduwiges la música giró entre los Beatles los Cásicos y los berridos del Shaka Sergio Hueva o Vega.
niños de la banda marchante del puerto dando la bienvenida
así lo vieron los habitantes de Guaygua* esa mañana de santa eduwiges
puedo imaginar la modorra de quienes venían en el Ryndam
tanto gritaron los locutores locales que hasta los perros de los barrios aullaron
así se fue acercando el barquito de papel por el que los guaymenses tanto suspiraban
*Guaymas