Nacho tiene razón.
Tengo abandonado este changarro (qué horrible término foxista). Si este blog fuera un periódico y viviera de él ya ni necesidad tendría de dar estas explicaciones ridículas. Pero es cierto, Mondiu (Mondaquiux), este espacio lo he dejado peor que a una novia de rancho. ¿Y qué se hace?, qué dice -nos decía mamá cuando niños- pues Perdón (claro, en este caso, ¿no?).
En fin, y sólo porque esta tarde no fui a dar mi clase porque un dolor de oído me acomodó en la cama, sólo por eso les envío esta ridícula respuesta a mis lectores... ¿cuántos?, ay sí, han de ser como chorromil pero a la mayoría le da penita decir que lee este churro, lo cual debería de dar vergüenza primero a la autora, pero ya ven que no. Y es que uno a veces por tratar de retener un montón de cualidades se ve de pronto desprovisto de eso que llaman verg uen za y lleva diéresis justo en la mitad de la palbara, sobre la u.
p.d. Le debo una tarea a la Fita. Los ocho deseos antes de morir, gulp!; antes de ese fallecimiento -no deseado por supuesto- espero poder enumerarlos y, si se puede, disfrutarlos una vez cumplidos.
Bueno, adiós a las explicaciones que a nadie importan y convencen a menos.
Les abrazo aunque no les quede espacio para este afecto que todos ustedes me merecen, aunque se hagan como que no me leen.
Ah, les regalo imágenes de los distintos eventos.